Espacio abierto de aprendizaje diferencial

Las notas que siguen constituyen, a grosso modo, un marco declarativo del tipo de espacio, el sentido y los posibles contenidos iniciales del espacio de aprendizaje diferencial propuesto en junio de 2014 junto con un grupo de emprendedores.

El sentido, el para qué de un tipo de espacio de estas características consiste en posibilitar unas circunstancias, un clima emocional y un método de trabajo, que invite y facilite la reflexión crítica de lo aprendido, que se puedan incorporar nuevos referentes, y sobre todo que se contrasten las experiencias prácticas cotidianas tanto con el bagaje que se tenía, con el que se alumbraban esas prácticas, como con la posibilidad de las nuevas incorporaciones.

En cierta forma representa un espacio que puede complementar, o ser alternativo, a los habituales “espacios cerrados de enseñar”. Se trata de una propuesta de construcción colaborativa para un “espacio abierto de aprender” (Ibáñez, J.), del que fuesen usufructuarios en cada momento los emprendedores interesados e integrados en Mans, y con el que se fuese constituyendo un capital social para compartir y socializar en el futuro con nuevos emprendedores o con otros colectivos e instituciones.

 En los espacios cerrados de enseñar suelen impartirse unos conocimientos definidos que algún experto domina (profesor), y trata de transmitir a un conjunto de personas interesados en adquirirlos (alumnos), y ello básicamente desde un enfoque del aprendizaje que fía el mismo a procesos de asimilación (Piaget). Habitualmente se trata de conocimientos, métodos o técnicas con algún valor/utilidad para trabajar aspectos funcionales o específicos; marketing, contabilidad, fiscal, presentaciones, técnicas de negociación…liderazgo, logística, etc.

En los espacios abiertos de aprender lo que se trata es de construir un conocimiento y unos saberes que previamente no existen en cuanto tales, ni para quien hace de profesor ni para quien hace de alumno, y para cuya emergencia sólo se dispone de referentes y experiencias, propias y/o análogas, que pueden aportar todos los participantes. Un espacio en donde el rol central del profesor será el de proveer referentes y facilitar el aprendizaje constructivo a través de la zona de desarrollo próximo (Vygotsky) en que puedan situarse los alumnos en cada momento.

Son espacios abiertos porque siempre son posibles incorporaciones nuevas, no planeadas inicialmente, y también porque son ventanas a nuevos encuentros y producciones no preexistentes, mediando procesos de acomodación (Piaget). Y son de aprendizaje en el sentido de que a partir de su internalización (hacer propios) se harán y pondrán en práctica cosas nuevas que antes no hacían los participantes de ese espacio.

Ese aprendizaje será diferencial en el sentido de que las utilidades y valores que se incorporan, a través de la construcción colaborativa, son transversales a los distintos roles y escenarios en que se pueden tener que desempeñar los implicados, y en el sentido de que es un aprendizaje que se construye al acrisolar referentes teóricos y metodológicos con las prácticas empíricas de cada cual, resultando un aprendizaje significativo y concreto, aplicable a las experiencias en que se desenvuelve la vida cotidiana práctica, sea laboral, de relación amistosa, familiar, etc.

Al ser partícipe de un espacio de este tipo, cabe preguntarse a donde conduce este tipo de participación, en el que hay que emplear algún tiempo y energía, y qué concreción tiene lo que se pone y lo que se obtiene.

Lo que se pone es tanto material, fundamentalmente tiempo, como intangibles; las teorías disponibles y las experiencias, respeto por lo que puedan decir los otros, escucha, curiosidad por aprender, implicación y compromiso.

Lo que se obtiene. La producción en un espacio abierto de aprender es al mismo tiempo personal-subjetiva y colectiva-intersubjetiva, conformando un bucle de retroalimentación positiva virtuoso. Por tanto, si el espacio funciona conduce a un crecimiento personal en dos planos de distinta escala, pero complementarios; crecimiento individual, personal y profesional, y crecimiento en comunidad que es oportunidad de insertarse en una ecología existencial en la que se favorece y promueve el potencial de crecimiento personal.

 

Viéndolo más analíticamente:

Logro personal individualizado en el sentido de que cada cual es un observador particular de lo que sucede en ese espacio; con mayor o menor implicación, con puntos de partida diversos, distintas experiencias e intereses, distintas competencias y capacidades, por lo que al final de cada participación habrá diversos aprendizajes y aprovechamientos de lo trabajado.

Colectiva en cuanto surge una institución que puede proveer de sentido de pertenencia a una comunidad de conocimiento y saberes. Comunidad en la que se genera una cultura, una red de conversaciones, que posibilita un sentido de referencia, y en donde se pondrán en práctica ejercicios de reflexión y pensamiento crítico sobre cómo se hace lo que se hace (Maturana). Un lugar en donde se puede aprender a aprender, y desaprender gran parte de lo aprendido y aprender lo que no se nos ha enseñado (R. Laing). Un lugar donde habrá mayores posibilidades de incorporar nuevos valores que si se practican pensamientos y existencias monádicas, propias del unipensar tan agradable a cualquier imperio antiguo y después adoptado gustosamente por el positivismo científico, el funcionalismo, cierto estructuralismo, o la cibernética electrónica de primer orden.

La nómina de aspectos que pueden ir engrosando el trabajo de ese espacio abierto y diferencial es amplia, y podrá ir concretándose y negociando según lo requiera el proceso participativo. Tendrá que ver básicamente, entre otras posibilidades, con las llamadas competencias genéricas y con perspectivas y enfoques de gestión cualitativa y el campo teórico, conceptual y metodológico que le es propio.

Algunas posibilidades, a modo de ejemplo:

La comunicación.

Planteada desde otros enfoques, distintos de las versiones más usuales y ortodoxas que suelen presentarla como proceso lineal y sinónimo de transmisión de algo o como comunicación persuasiva, centrando la atención en la expresión, en el habla. Se trata de plantearla desde paradigmas y teorías que consideren el carácter sistémico de su estructura y dinámica, su funcionalidad coordinadora, su carácter ontológico que la explica como fenómeno humano, el énfasis en su dimensión pragmática, y la focalización tanto en el valor de la escucha como en el potencial generativo del lenguaje.

Examinar, a la luz de las experiencias cotidianas, la utilidad de las competencias conversacionales, como principal derivada del lenguaje generativo, y sus implicaciones en las prácticas sociales de los emprendedores, creativos, innovadores, y de los espacios empresariales por extensión.

La comunicación.

Planteada desde otros enfoques, distintos de las versiones más usuales y ortodoxas que suelen presentarla como proceso lineal y sinónimo de transmisión de algo o como comunicación persuasiva, centrando la atención en la expresión, en el habla. Se trata de plantearla desde paradigmas y teorías que consideren el carácter sistémico de su estructura y dinámica, su funcionalidad coordinadora, su carácter ontológico que la explica como fenómeno humano, el énfasis en su dimensión pragmática, y la focalización tanto en el valor de la escucha como en el potencial generativo del lenguaje.

Examinar, a la luz de las experiencias cotidianas, la utilidad de las competencias conversacionales, como principal derivada del lenguaje generativo, y sus implicaciones en las prácticas sociales de los emprendedores, creativos, innovadores, y de los espacios empresariales por extensión.

La observación.

Trabajar sobre los marcos de sentido (G. Lakoff) , las representaciones e imaginarios sociales, (Moscovici y Castoriadis) y las diversas perspectivas sobre la realidad (realidad de primer y segundo orden – Watzlawick-). El papel del observador en su construcción partiendo de las distinciones que hace (puede hacer), y la percepción e interpretación que hace de esas distinciones con las que articula el fenómeno de observar (Maturana).

Este trabajo, y el consiguiente cambio de paradigmas y aprendizajes, pueden dar ocasión, por ejemplo, para revisar críticamente el lugar que habitualmente se otorga en las prácticas institucionales y empresariales al profesional/trabajador o al usuario/cliente, y con ello cambiar de estrategias para la interacción.

 

Aprendizaje/cambio.

 Reflexionar sobre los procesos facilitadores y promotores del aprendizaje/cambio personal, organizacional, o ecológico, haciendo énfasis en el rol central del proceso sistémico de encuentros conversacionales y de las claves implicadas en su buen desarrollo: la importancia de lo emocional, la interacción simbólica, la participación y el lograr estar en comunicación.

 

Información, conocimiento y sabiduría.

Distinguir el alcance de las diversas dimensiones que pueden dar cuenta del fenómeno del conocer/entender (cantidad, calidad en contexto, relación) y sus implicaciones para la creatividad y la innovación.

Posibilidades de los enfoques sobre la complejidad (Pensamiento y Teorías de la Complejidad) para la sabiduría relacional, imprescindible en la economía del conocimiento de alto rendimiento y en la economía social (labor de analistas simbólicos, agentes de cambio social…), y para la construcción de conocimiento y saberes expertos en entornos de innovación, cambio y alta incertidumbre, característicos de esas economías.