Finalidad
Exponer, contrastar, conversar, debatir y compartir en torno al constructo Gestión Cualitativa.
Sobre gestión de organizaciones e instituciones, públicas o privadas, ONGs, entidades sin ánimo de lucro o economía social que se planteen superar la mirada corta de los beneficios monetarios, de prestigio o políticos y tengan como horizonte mejorar la vida y las circunstancias de sus empleados y las comunidades en las que actúan.
Es muy raro o casi imposible que un evento
pueda ser negativo desde todos los puntos de vista
-Dalai Lama-
Enfoque
de la gestión cualitativa
La gestión cualitativa es un enfoque consistente en atender, escuchar, observar, entender e interaccionar constructivamente con todos a cuantos afecta, implica o interesa el quehacer gestor. Creando climas, espacios y dinámicas colaborativas, un emocionar de respeto, compromiso y confianza, y un marco de relaciones sociales de producción de “suma no cero”
La Gestión en sentido amplio tiene que ver con conseguir que la Organización trabaje en: 1) una adecuación estructural consecuente con las circunstancias cambiantes del medio en que opera, 2) tomar decisiones viables y acertadas, 3) reunir, desarrollar y mantener los equipos necesarios para lograr que las decisiones se materialicen con éxito y en plazo 4) conseguir estar en comunicación internamente y con el entorno de forma que se aseguren colaboración interna y compromiso de sostenibilidad en el medio, 5) lograr coordinación para obtener sinergias eficientes, y 6) promover y facilitar los espacios y los procesos para que la creatividad, la innovación y el aprendizaje sean valores efectivos.
Cualitativa significa en última instancia que aun considerando muy importantes los números de una organización (sus actividades, productos y servicios, facturación, balances o resultados), se consideran de gran importancia las emociones, las palabras y los sentidos. Las acciones humanas, y todos los actos previos y posteriores que hacen que tales acciones tengan sentido, ocurren porque los humanos flotamos sobre emociones y habitamos en el lenguaje, de la misma forma que los peces viven en el agua. Quizá no seamos plenamente conscientes de ello, pero un análisis reflexivo nos dice que, en última instancia, es así.
Atender. Prestar atención a lo que oímos, para lograr escuchar y entender, presupone una actitud de respeto hacia el otro. Precisa un espacio conversacional adecuado, entendiendo el conversar al modo que plantea Maturana; como el modo de hablar en un emocionar de respeto mutuo, admitiendo la legitimidad del interlocutor, poniendo atención a lo que nos dice porque le concedemos la misma legitimidad que nos concedemos a nosotros mismos
Escuchar. Como señalan desde diversos ángulos Michel Crozier, Chris Argyris, o Rafael Echeverría, escuchar es algo que falta habitualmente en la gestión, tanto pública como privada, y de ello se derivan importantes deficiencias y, frecuentemente, graves consecuencias. Por falta de escucha, por ejemplo, no se atienden riesgos, no se ven oportunidades, ni se aprovechan los potenciales creativos e innovadores existentes en las organizaciones.
Entender lo que se escucha decir a otros no es tan sencillo como el sentido común parece sugerir en primera instancia, y menos aun cuando lo que se ha dicho no es meramente descriptivo o técnico, sino que implica aspectos emocionales, conceptos polisémicos, ideologías, inquietudes, juicios, declaraciones, pedidos u ofertas. No es tan sencillo entonces entender lo que realmente quiere decir el que habla, desde su universo simbólico de realidad (realidad de segundo orden –Watzlawick-), sin filtrar con nuestra ecuación personal; nuestra ideología (U.Eco); nuestra matriz paradigmática (Khun); nuestro emocionar (Damasio); o con la escucha de fondo en que se inscribe y contextualiza, social e históricamente, la escucha concreta de lo que se nos dice.
La sociología del conocimiento, la fenomenología, el constructivismo, la lingüística, el psicoanálisis, la psicología social, las teorías sobre las emociones, sobre la comunicación…, nos ofrecen el marco referencial necesario para elaborar el trabajo analítico, interpretativo y reflexivo con el que llegar a entender lo que nos dicen otros y desde donde y para qué hablan y actúan ellos realmente.
Interaccionar no es sólo intercambiar mensajes, actitudes o conductas. Es sobre todo generar un flujo de intercambios en un clima de respeto y confianza, de manera que, en un grado u otro, se puedan ejercer influencias mutuas entre quienes interaccionan, colaborando al conocimiento social (Blumer).
Hacer constructivo. Al decir constructivo nos referimos a lo que plantea el pensamiento constructivista sobre el aprendizaje (Piaget, Vygotsky, Maturana). Se aprende el hacer haciendo junto a otros o teniendo en cuenta a los otros, sean sus actos materiales o sus dichos (también actos). Interaccionando con el saber, los conocimientos y la experiencia de los otros a través de procesos sistémicos e históricos.
Afectados, implicados o interesados (a-i-i) en/por algo que se gestiona, son aquellos que, de forma inmediata o mediata, en algún grado, tienen interés por que la gestión sea óptima. Así, son tales los titulares de competencias administrativas, los propietarios y accionistas, los gestores y trabajadores, los clientes o usuarios, los proveedores, la competencia, los grupos profesionales, sindicales, vecinales, de consumo, mediáticos, o aquellos otros que desde cualquier punto de vista traten de conocer, informarse, influir o participar en que la cosa gestionada obtenga éxito.
Considerando siempre con amplitud:
Emocionar de respeto, compromiso y confianza
Relaciones sociales de producción de “suma no cero” (ver en Tª de juegos)
Climas, espacios y dinámicas colaborativas
Cultura organizacional