La cursi del check point

Nuestra ministra de la guerra, tratando de informar a los ciudadanos sobre la situación en la tragicómica retirada de Afganistán. Trágica para los ciudadanos afganos que saben cuál es su fin si no logran subir a un avión que los lleve a Europa y cómica para los restantes ciudadanos del planeta que observan entre la risa y el lloro el ridículo occidental de una salida por patas, con el almirante americano al frente, en apenas una semana después de controlar el país durante veinte años, para nada.

Tratando de informar, digo, a través de una explicación al hilo de una entrevista televisiva con preguntas tan penosas como las respuestas de la ministra, enredada en una verborrea inútil, reiterativa en los tópicos y, para que los televidentes entiendan lo difícil que resulta llegar hasta las inmediaciones del aeropuerto de Kabul, repite y repite hasta aburrir que el trayecto está sembrado de check point de los talibanes.

Con lo fácil que sería, para que la gente entendiera, decir que hay muchos controles talibanes. Es el ridículo que deja claro lo cómico-patético de esta tragedia.
Enhorabuena Sra. Ministra y gracias por su claridad cursilería pedante.