Ley de Ohm

LA LEY DE OHM COMO MODELO PARA LA “PROMOCIÓN DE SALUD”
Tomemos la formula de la ley de Ohm y construyamos unas analogías

Aclaremos los términos:
I = Intensidad de la corriente a medir en Amperios
T= Tensión o diferencial de potencial a medir en voltios
R= Resistencia que ofrece el medio conductor al paso de la corriente, a medir en ohmios
Por analogía:
Iv = Intensidad vital. Equiparable al concepto nietzscheano de voluntad de poder (para afirmar, negar, decir, proponer, hacer, ser…), o al de conatus (perseverar en ser) de Spinoza.
Tv = Tensión vital. Diferencial de potencial entre lo individual (pulsiones, deseos, expectativas…), y lo social (que es deber y obligación). Diferencial, en definitiva, entre el individuo y el corsé de restricciones sociales y culturales que se le trata de imponer.
Rv = Resistencia vital o bloqueo a la natural tendencia a la actualización (al continuo renacer, reestructuración, que se necesita para el desarrollo
Considerando la salud organizacional

Nos actualizamos abiertos al mundo de los otros, a la experiencia, fundamentalmente a partir de la comunicación e interacción significativa, y en el hacer conjunto. Nos actualizamos al externalizarnos (Marx), siendo activos; actuando y activándonos conscientemente, sabiendo el qué, por qué y para qué de nuestro actuar social. La actualización como sujetos históricos promueve la desalienación.

La relación entre intensidad vital y salud es directamente proporcional (salvo anomalías), por lo que plantear la promoción e incremento de la salud equivale a incrementar la intensidad vital. Para conseguirlo se puede operar sobre los términos de la ecuación anterior, expresión de la ley de Ohm, bien incrementando la tensión vital o disminuyendo la resistencia vital, o actuando en tales sentidos a la vez